El Lenguado y su pesca!!!
- Jorge Silvera Perez
- 7 ene 2020
- 2 Min. de lectura

La pesca del lenguado es, seguramente, la más sofisticada del punto de vista técnico, no solamente por la modalidad o estilo al que obliga la especie, sino por el tamaño de los individuos que se pescan; todo esto sumado a que están prácticamente en la orilla, lo que permite lanzar el aparejo de pesca en distancias promedio de entre 20 y 40 metros.
Temporada y lugares:
Si bien manifiesta presencia durante todo el año, la temporada de pesca de mayor actividad se extiende desde noviembre hasta febrero o marzo.
Los primeros comienzan a picar en noviembre en la Barra del Arroyo Solís Grande y en menor grado en las barras de los demás arroyos y lagunas que desaguan en la costa de Canelones, Maldonado y Rocha. Posteriormente, en diciembre, enero y febrero, la mejor pesca se da en la denominada Ensenada del Potrero, en toda la zona que va desde el lado oeste de la Barra del Arroyo del Potrero, hasta Punta Negra, siempre en pesqueros de playa. Finalizando la temporada, las lluvias obligan a abrir las barras de las lagunas de Rocha, Garzón, José Ignacio o El Potrero, dando una última y muy importante oportunidad de pescar los grandes lenguados.
Pesca y equipos:
La picada del lenguado se manifiesta con un tenue golpe en el aparejo, que indica la toma de la carnada.
El pescador debe esperar pacientemente unos cuantos segundos, dando lugar a que el lenguado ingiera la carnada y posteriormente, aferrar con firmeza. Es el único pez de la costa marítima que obliga a esta modalidad de spinning con cebos naturales, razón por la que es sumamente apreciado desde el punto de vista técnico deportivo.
Dada su forma achatada, el lenguado presenta dura batalla en la misma orilla del mar, donde la profundidad es de apenas unos pocos centímetros, y el retiro de la ola obra a su favor, por lo que el aficionado debe ser doblemente cuidadoso para no perder la pieza. La naturaleza lo ha dotado de una boca prominente, debiéndose pescar con cebos grandes, como bifes de pejerrey o banderillas de calamar, que promedian los 15 centímetros de largo.
Es la única especie que no se pesca en la modalidad de espera, sino que el aficionado debe buscar el pez lanzando y recoger constantemente el aparejo, ya que el lenguado no caza nadando detrás de sus víctimas, sino acechando, mimetizado y cubierto por arena. Entonces, la carnada ofrecida le debe pasar por al lado para que él la tome. Se utilizan cañas de acción media, de 2,80 a 3 metros, para hasta 25 libras y reels rotativos que almacenen hasta 100 metros de monofilamentos de 0,40 mm.
Se trata de optimizar y alivianar el equipo, ya que es una pesca que obliga a estar siempre con la caña en las manos.
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